“Este año decidí intentar algo nuevo, hice una lista de responsabilidades que Nico tiene que hacer, algunas todos los días, otras ciertos días de la semana. Algunas de estas ya las hacía.”
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Lo que te voy a contar es una táctica que utilicé este verano para que mi hijo sea más responsable con sus cosas y, por ende, más independiente. Es importante saber que no aplica a todos los niños, ni edades, pues cada uno es diferente; pero esta técnica nos sirvió mucho y evitó muchas discusiones porque Nico odia que le digan lo que tiene que hacer, pero tampoco las hacía por su cuenta. Sin embargo, cuando hay una lista, cumple con esas tareas sin mayor problema.
Para empezar
Debo contarte que Nico (11 años), desde pequeñito ha sido independiente de acuerdo a su edad. A pesar de ser hijo único y haberme encargado personalmente de su crianza, yo estaba consciente de que no debía sobreprotegerle; tenía que dejar que explore, se exprese y haga diferentes actividades de acuerdo a su edad.
También me plateé el objetivo de que sea bilingüe desde bebé y lo conseguimos sin problema y sin hablarle yo en el segundo idioma. Pero esa es historia para otro post. Lo que sí te puedo adelantar, es que no necesitas que alguien en tu casa sea bilingüe para que tu hijo crezca bilingüe, tampoco necesitas gastar dinero extra.
Cada etapa es diferente
Conforme van creciendo, los niños van cambiando en todos los aspectos y las técnicas de crianza de igual manera, pero siempre estableciendo reglas claras. Cuando en el hogar las reglas están claras y las mantienes, los niños las entienden y no las discuten.
Durante la primera semana de vacaciones, me di cuenta que lo que Nico tenía planeado hacer durante todo el verano, no era ideal. Obviamente yo quería que se olvide de la escuela, que descanse, que juegue en línea con sus amigos, que se acueste más tarde y que duerma más tiempo… Todo eso está muy bien, pero nosotros los seres humanos vivimos en constante aprendizaje, y considero necesario que Nico continúe con ese proceso, porque lo que aprende en la escuela es una cosa, pero lo que debe aprender en casa es otra. Como madre, es mi deber enseñarle muchas otras cosas que le permitan ser una persona organizada e independiente.
Vacaciones canceladas
Por motivos de pandemia, decidimos no salir de viaje. No ha sido fácil para mí esta parte, pero considero que aún debemos esperar un poco (de nuevo: cada caso es diferente y es una decisión que cada familia toma de acuerdo a sus circunstancias, así que ninguna decisión es mala). Hemos hablado con Nico al respecto; que sean niños, no significa que les vamos a ocultar la realidad que sucede dentro y fuera de casa. Algunas decisiones las conversamos con él y eso le gusta a Nico, porque siente que su opinión es importante (y lo es). Entonces claro, no le gustó la idea, pero la aceptó porque entendió las circunstancias.
Para nosotros también es importante contarle algunas de las noticias relevantes que ocurren dentro y fuera del país, obviamente le contamos acorde a su edad y sin imágenes fuertes. No podemos mantenerlos en una burbuja.
La lista
Este año decidí intentar algo nuevo, hice una lista de responsabilidades que Nico tiene que hacer, algunas todos los días, otras ciertos días de la semana. Algunas de estas ya las hacía. Una vez terminadas todas las actividades de la lista, Nico está libre y puede hacer lo que quiera: jugar en línea con sus amigos, ver películas, jugar, dormir, lo que él quiera.
El primer día, cuando vio la lista, se molestó muchísimo. Claro, lo vio como un castigo o una obligación en plenas vacaciones y no le gustó para nada. Nos sentamos, hablamos un buen rato y le expliqué que son cosas que ya tiene que hacer por su cuenta y que, si se pone a analizar, todas juntas no le toman más de una hora y media; una hora y media de su día entero. Viéndolo desde ese punto de vista, Nico entendió y aceptó.
La lista tenía cosas muy sencillas, por ejemplo:
– Detalles sobre su aseo personal (enlistadas en orden porque de lo contrario no las hace, como: el típico lavado de dientes después de cada comida, días de baño (ducha), de cortarse las uñas, cosas así).
– Prepararse su propio desayuno (no desayuna con nosotros porque se levanta más tarde).
– Arreglar su cuarto y su estudio (detalladamente: abrir cortinas, ventanas, recoger la ropa, ordenar su escritorio, tender la cama, etc.)
– Lavar su ropa una vez a la semana (en la lavadora).
– Por otro lado, practicar los idiomas que está aprendiendo, practicar música y leer, cada una por mínimo 15 minutos.
Una vez que realice todas esas tareas, está libre y puede hacer lo que quiera el resto del día.
Él mismo se dio cuenta que, aunque la lista parecía larga, en realidad no le toma mucho tiempo, así que las hace a la velocidad que quiere, dependiendo de su estado de ánimo; cada día es diferente, pero lo hace.
Cabe recalcar, que cuando empiece el periodo de clases, algunas actividades pasan solo al fin de semana (como arreglar su cuarto, por ejemplo). En otras palabras, habrá una lista, pero reestructurada.
La paciencia es clave
Por un lado, ellos ven todo lo que hacemos y somos su primer ejemplo a seguir; por otro lado, nuestra tarea es enseñarles cosas nuevas con paciencia, porque ellos no nacen sabiendo; lo que para ti es obvio, para ellos no lo es. Así que, con eso en mente, le enseño a hacer diferentes cosas como en recetas: huevos revueltos, porridge, recetas con fruta, etc. Me encanta su cara de felicidad cuando aprende algo y lo hace solo por primera vez.
No todo es color de rosa
Hay momentos en que a él también le gusta ponerme a prueba, o está de malas y me dice que hoy no quiere hacer nada de la lista. Entonces yo no discuto, solo le digo: “ok”. Pero como él sabe que no puede usar electrónicos hasta no haber hecho las cosas de la lista, al rato empieza a hacerlas con resignación.
Resultados
No se queja de las cosas que tiene que hacer y ahora que el verano terminó, he visto los resultados: se baña bien y más seguido, aprendió a cortarse bien las uñas y ya lo hace solo, aprendió a prepararse varias cosas para desayudar y sabe hacer algunas recetas sencillas.
La otra noche me sorprendí cuando salió de su cuarto y a los pocos segundos se dio la vuelta y regresó a apagar la luz. Eso para mí fue un milagro porque siempre se me escuchaba decir “Nico, apaga la luz”. Ahora ya lo hace por default.
Esto no es de la noche a la mañana, así que repito la palabra clave: Paciencia. Todo esto es un proceso.
Conclusión
Nico siempre fue independiente, pero ahora ya le noto más responsable con sus propias cosas. Le interesa comer sano y cuidarse.
Lo que me di cuenta con todo esto es que, Nico detesta que le digan lo que tiene que hacer, pero si hay una lista predeterminada con sus responsabilidades, lo hace a su ritmo y sin quejarse. Es impresionante.
Ojo: Yo no hago esto para torturar a mi hijo ni porque no quiera atenderle. Como madre, estoy aquí para amarle, darle todo lo que necesita y llenarle de abrazos y amor; pero también tengo la inmensa responsabilidad de educarle y enseñarle a ser una persona responsable e independiente. Una persona que cuando sea adulta no me necesite y se pueda manejar solo.
Este nuevo método ha funcionado muy bien. Cada época viene con nuevos retos como padres, y como hijos en crecimiento físico y emocional, entonces nunca dejaremos de aprender, tanto ellos como nosotros.
Un abrazo,
MJ
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