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«Si no tienes con quién viajar, ¡viaja sola/o!«

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Si no tienes con quien viajar, ¡viaja sola/o!

Existen tantas personas en este planeta que tienen espíritu viajero y no salen al mundo por que no tienen con quién hacerlo o simplemente tienen miedo de hacerlo solos.

Viajar solo, es sin lugar a dudas, una de las experiencias más enriquecedoras que existen.

No quiero desmerecer el viajar acompañado, pues también es hermoso. Pero no deberías dejar a un lado tus sueños sólo porque no tienes alguien a tu lado que acompañe tus locuras. La vida es demasiado corta para esperar.

Obviamente, debes tomar todas las medidas de precaución cuando viajes sola/o. En todo el mundo existen zonas y gente peligrosa, así que siempre debes viajar con precaución, esto es algo normal y aplica hasta en la ciudad donde vives, así que no permitas que esto te detenga.

Cuando era adolescente viajé un verano sola a Alemania a visitar a mi tía abuela. Me hospedé en su casa y me llevó a conocer muchos lugares. Un día me dijo que ella y su esposo tenían un viaje a Italia por una semana; era un viaje que tenían planeado hace mucho tiempo y no lo podían cambiar, así que debía quedarme sola.

Me dio las llaves de su casa, me explicó el sistema de transporte, los nombres de las paradas que me permitirían conocer más sobre la ciudad y se fue. Al principio, cuando me dio la noticia me asusté un poco, iba a estar completamente sola en una ciudad que no conocía y donde hablaban un idioma que yo no entendía; pero conforme mi tía me iba explicando el movimiento de la ciudad, empecé a ganar valentía. ¿Qué tan difícil podía ser? A fin de cuentas, mi tía no mostró ningún tipo de preocupación por mí. Simplemente me dio explicaciones técnicas y listo.

Esa fue una de las mejores semanas de mi vida. Salía todas las mañanas y regresaba entrada la noche, que ni siquiera me intimidaba pues anochecía a las 22:00. Cada día iba a un lugar diferente, caminé mucho y descubrí muchos lugares. Cuando necesitaba ayuda preguntaba a las personas que pasaban a mi lado y como sea nos entendíamos. Cuando tenía sed, paraba en un pub y pedía una bebida fría; cuando tenía hambre paraba en algún lugar a comer algo. Me di cuenta que no hablar alemán no era un impedimento para poder expresar lo que necesitaba; nos entendíamos muy bien y la gente era amable.

En ningún momento de esa semana me sentí sola, estaba fascinada con todo lo que veía, con todo lo que me rodeaba. Yo tengo un profundo amor por la arquitectura europea y pasé feliz, en silencio, mirándolo todo, absorbiendo cada esquina, cada plaza, cada edificación.

Pero lo más importante es lo orgullosa que estaba de mí misma. Sentí que podía lograr cualquier cosa.

En honor a esa y muchas otras vivencias, quiero compartir contigo algunas de las ventajas de viajar sola/o:

1. Te obliga a interactuar con nuevas personas

Yo nunca he sido una persona social; desde niña fui muy insegura y tímida. No me gustaba ir a fiestas donde no conocía a la mayoría de la gente. Empecé a abrirme a las personas, a conversar, a preguntar y hablar de la vida cuando comencé a viajar sola. Con muchos de ellos tengo contacto hasta ahora. Vivimos en rincones diferentes del mundo, pero mantenemos una bella amistad y siempre recordamos las experiencias hermosas que tuvimos.

2. Aprendes sobre muchas culturas

Cuando viajas no sólo aprendes sobre el país que visitas, también aprendes sobre la cultura de las personas que conoces y eso para mí es mucho más valioso que cualquier posesión que puedas comprar. Cuando viajas en grupo con amigos o familiares, siempre tiendes a quedarte con ellos e interactuar sólo entre sí, lo cual también es hermoso, pero te quita oportunidad de conocer nuevas personas.

He conocido gente de países como Sudáfrica, Indonesia, Vietnam, Italia, Hungría, Holanda, entre muchos otros; he aprendido sobre sus costumbres, su estilo de vida, su historia. Esas conversaciones están gravadas en mi mente y corazón.

3. Libertad para hacer lo que tú quieras

Aunque viajes en tour o independientemente, viajando sola/o tienes la ventaja de hacer lo que tú quieras, al ritmo que tú quieras. Si quieres sentarte en un Café en París y leer durante tres horas seguidas, lo haces. Si quieres sentarte en la arena frente al mar y mirar las olas por dos horas en total silencio, lo haces. No estás con la tensión de que tus acompañantes están aburridos, ya se quieren ir, o quieren hacer algo diferente. Reitero: también es hermoso cuando viajas en grupo y se ponen de acuerdo para organizar sus actividades. Pero la libertad que sientes cuando lo haces sola/o es increíble.

4. Tienes tiempo de sobra para reflexionar

Viajar sola/o te da el tiempo que necesitas para dedicarte a ti misma/o, aclarar tus pensamientos y ver tus problemas desde otras perspectivas que te pueden ayudar a tomar nuevas decisiones de vida.

Al final del día, la persona más importante en tu vida, eres tú. Date tiempo para quererte, disfrutar de las cosas que te gustan y valorarte más.

5. Superas miedos

Te sorprenderás a ti misma/o cuando te des cuenta de todo lo que puedes lograr por tu cuenta. No importa la edad que tengas, cuando viajas sola/o aprendes muchísimas cosas y pierdes el miedo a muchas otras.

6. Practicas otros idiomas

No hay mejor manera de soltar la lengua en otro idioma, que lanzándote sola/o al ruedo. Cuando uno está con gente de confianza siempre tiende a no hablar un segundo idioma; no sé por qué, pero uno siempre se cohíbe. Cuando estás sola/o tu cerebro se activa de otra manera y empiezas a hablar sin siquiera notarlo, simplemente lo sueltas. Lo he visto en muchas personas. Lo he visto en mí misma. Es hermoso.

Espero que te animes y empieces a planear tu próximo viaje sola/o, vas a ver cómo te cambia la vida.

Te dejo con una cita de Anthony Bourdain que me gusta muchísimo:

“Viajar te cambia. Conforme vas por esta vida y este mundo tu cambias ligeramente las cosas, dejas atrás marcas, aunque sean pequeñas. Y en retorno, la vida y los viajes dejan marcas en ti.”

Un abrazo,

MJ

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